Videotape

Humberto Valdivieso



1. Siete segundos cortados del final.

Fue ahí donde habían filmado (en formatos insólitos), argumentos, gemidos y manías.

También lamieron la base de sus párpados dejando rastros de videotape. Tiempo después sólo hallaron unos planos que reproducían escenas de huellas digitales, algunos que temblaban entre las marcas de los dedos hincados sobre el monitor, y otros, los más inocentes, que habían perdido el audio para siempre.

Primer diálogo (referido al desasosiego):

- ¿Acaso debimos esperar?
- Tal vez esté permitido reiniciar, volver, rebobinar.
- ¿Acaso podía acabar?

2. Hubo preguntas, besos en la lengua y lágrimas exactas antes de pulsar, de nuevo, el botón de play. Las manos frías sobre la espalda caliente dejaron claro que las distancias nunca eran tan cortas y definitivas (el set de filmación no era grande). Luego descubrieron que habían sentido los mismos síntomas y les dio felicidad.

Segundo diálogo (se coló como voz en off en una escena que no correspondía):

-Lo hice en el infinito blanco durante la única pauta que tenía para sentir sus caderas fluir sobre mí.
-Cuchillo de aluminio.
-Dientes de sable.
-Uñas de hielo.

3. Sonrisas de fotomatón, piernas que tiemblan y pequeños suspiros abrían escenas de sexo en .avi, .mov y .mpg (bajo las huellas de los dedos hincados sobre el monitor). Planos de lenguas, piernas, espaldas encorvadas, uñas temerarias, piso, silla, pared y rubor en tecnicolor fueron sacados de los viejos videos de John Holmes.

Tercer diálogo (no formaba parte de un video, nadie lo dijo; sólo apareció a última hora en los Hermanos Chang):

-Espalda sangrante,
-Cuernos de aluminio,
-Voz de cuero brillante
-Vives de sexo en rgb y mueres, a diario, de mucho más que amor: en blanco y negro.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sublime, contemporáneo y delicioso. Digno de este querido escritor.